miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Dejaron de ser cortos los días?


Mira para atrás, Manuel,
desde tu sillón deformado, y dime,
¿dejaron de ser cortos los días?

Mientras contemplas consternado
tu panza septuagenaria,
¿te reconoces en tus sueños?

Aquel que prometió no demorarse en el camino,
¿se convirtió alguna vez en lo pensado?
¿Coronó la cima con la que se entregaba al duermevela?

¡Oronda protuberancia!
¿Sirvió de algo desbrozar de mariposas y flores
aquellos campos de promesas fértiles?

¡Oh, vieja tripa traicionera!
¿Demoró algún amanecer tu paso?
¿Te quedan recuerdos del trayecto
o  fueron mera brisa los besos?

Ahora que  aplanas con dedos ajados
tu derrotada adiposidad,
¿llegaste a oír la música de la verbena
desde la empinada orilla de las laderas?

En el centro del universo
en el que se horada tu barriga,
¿sientes el frío del destino
quebrar las fantasías a las que te entregaste?

¡Desleal camarada!
¿A qué manos te aferras
cuando te visita el abismo?

Mira para atrás, Manuel,
y dime, pobre amigo preso,
¿dejaron de ser cortos los días?









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